George R.R. Martin escribió: “Dormir está bien pero los libros están mejor”. Aquellos veranos de tedio invita a prescindir del sueño; en realidad, a prescindir de cualquier actividad distinta a la lectura de sus fascinantes capítulos. La obra de Pablo González Mariñas es pensamiento hondo, del que conduce a conclusiones válidas para todos y para siempre; es crónica selecta e historia trascendente; es ironía y fabulación, ensayo y poesía; es una antología de recuerdos que se elevan en la triple elicoidal de la vida, esa que se sustenta en el deseo de conocer, la necesidad de compartir y la humildad de trascender.
Aquellos veranos de tedio nos traslada a momentos pretéritos que se hacen presentes para la proyección del futuro. A través de su juego de tiempos, la obra de González Mariñas nos sumerge en un mundo personal que es universal, en un contraste de identidades e idiosincrasias que nos reconcilian con la literatura, la política, la filosofía y, en efecto, la vida.