Este libro que tienes en tus manos te hará pasar de la diversión, a la reflexión, de la tristeza al entusiasmo, con experiencias humanas, que tratan cuestiones históricas y culturales de proyección universalista e incluso exótica. El hilo conductor es siempre una profunda meditación sobre el ser humano, con sus grandezas y sus miserias, omnipresentes en todos los pueblos y culturas.

Fruto de vastas y sedimentadas lecturas con referencias a diversos autores, los relatos van desde el humor y la inteligente ironía de la “Obertura Giocosa”, a los doce cuentos de “La Mirada del Viajero”, una especie de cuaderno de viajes de un observador sensible y minucioso. Le siguen las seis ficciones, unas trágicas, otras jocosas y hasta sarcásticas, de “Memorias de la Pandemia”.  Finalmente, en “Los Disfraces del Yo” encontramos siete relatos que hablan de amor, de injusticia y de discriminación en sus múltiples formas, y que finalizan en una historia más reflexiva, casi un ensayo, titulado “El mundo de Fermín”.

En todas las historias, y a pesar de estar enmarcadas en escenarios difíciles, crueles, e incluso inverosímiles, el amor en sus diversas formas y ropajes, siempre encuentra resquicios para florecer y ofrecernos una luz de esperanza al final de tanta oscuridad.

Es un libro singular que busca fundamentalmente entretener y lo logra eficazmente por su estilo desenfadado y directo. Sin embargo, consigue también concienciar y sacudir al lector, “abrir ojos y mentes”, a través de su profunda actitud ética de compromiso y solidaridad con los que “sufren” la Historia.