Era Martes es una historia sin historia. Un retrato de la cotidianeidad, sin accidentes ni sobresaltos, donde los días se suceden con la calma de lo común.
A través de las palabras de sus propios personajes —con sus modismos, registros y giros del habla—, se despliega una radiografía de un sector social de la España de hoy, con sus problemas, vivencias, esperanzas y desvelos.
No hay grandes héroes ni gestas memorables, sino hombres y mujeres que nos resultan cercanos, reconocibles, casi familiares. En sus conversaciones se filtran los temas de actualidad, las pequeñas contradicciones y la evolución íntima de quienes, desde lo discreto, construyen el pulso de una sociedad.
Era Martes es, en definitiva, un espejo en el que mirarnos, con la ironía de lo cotidiano y la profundidad de lo aparentemente trivial.